No me gustaría olvidarme en este blog, de uno de los mas auténticos lugares del pirineo que he
conocido, y es la bodega de una casa de un pueblo del Sobrarbe, llena de esas cosas que antiguamente abundaban por todas partes, pero que hoy, en ningún
lado las encuentras.
Da gusto entrar, casi no cabes de la cantidad de cosas que hay, eso si,
cada cosa en su sitio. Es una bodega donde hay colgadas gran cantidad de flores secas (medicinales, té del lugar...), que le dan un ambiente especial. Con ellas se respira el conocimiento de esa persona por el medio que le rodea.
Cuelgan también artesanías de madera, un jamón, sebo (ya que antes no había aceite), hay toneles de vino, curiosamente tapados con yeso y muchas cosas más.
Cuelgan también artesanías de madera, un jamón, sebo (ya que antes no había aceite), hay toneles de vino, curiosamente tapados con yeso y muchas cosas más.
En su grata compañía y tomándome un vaso de vino, me ha enseñado un sebo de cordero en forma de queso y me
ha explicado como se hace . Él, un hombre mayor, se
relamía pensando en la caldereta de pastor que se íba a preparar algún día (ahí estaré si me invita). A
su lado había otro sebo de cerdo, esta
vez con forma de lomo embutido.
Veo pasar turistas buscando la esencia del Pirineo, todos
pasan por su puerta sin entrar, y eso, que se dedica a fabricar utensilios de
madera y alguno va vendiendo. Esto demuestra que lo que dicen los de la ronda de Boltaña, de que
el Pirineo no es solo una bonita postal es verdad, párate en la puerta y llama, conoce a
los que allí viven y descubriás un mundo olvidado, ese mundo que buscabas.
Podría decir donde están la bodega y la casa, pero creo que es mejor que entréis casa por casa y conozcáis a todo el mundo hasta llegar a este lugar. De esta forma en esa búsqueda os enriquecereis, porque como dicen en la bella y la bestia: la belleza está... en el interior.
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