Medicina: lo primero es el ser

Cuando queremos asentar una base sobre la que apoyar una teoría debemos establecerla sobre algo sólido, este material debe cumplir unas cualidades que nosotros le asignamos y que son abstractas por definición. Por ejemplo, decir que un material debe ser "duro" es hablar de una idea, por muy concreta que esa idea sea en nuestro cerebro o en el exterior.

Por tanto podemos afirmar que lo sólido es la idea abstracta sobre las que asentaremos lo concreto.

Para entender mejor este concepto vamos a poner un ejemplo. Cuando un escultor en la playa pretende que su escultura no se derrumbe, deberá encontrar la mezcla de arena y agua que
mantenga la solidez, pero en su cabeza, previamente ya está la idea de solidez pues si no tuviera esa idea la escultura no podría ni realizarse.

Así pues en lo que nos concierne en este caso que es la teoría de la medicina (algo abstracto por naturaleza) lo que debemos proponer en un principio y para partir de algo mínimamente sólido sobre lo que asentar el resto de conceptos esperando que se sostengan, es que  lo más sólido que el hombre tiene para situarse es un espíritu fuerte.

El espíritu fuerte, es solo la idea que nos puede llevar a otro paso, pero para definir lo que llamo espíritu fuerte habrá que detenerse un poco y explicarlo.

Espíritu es algo que ya de por si no es material, lo que no entra en contradicción con que no sea un concepto al que se le puedan aplicar cualidades de dureza o solidez. Digamos que es una parte de la magia de la existencia que se mueve en un ámbito del universo, ya sea un cuerpo humano, un sentimiento compartido, o cualquier forma de existencia material o inmaterial que pueda adquirir cualidades.

Centrándonos en el espíritu del ser humano, este adquiere una forma inmaterial y determinadas cualidades que le son propias a ese estado de conciencia, por ejemplo podemos decir que una persona tiene un carácter indómito, esa es una cualidad del espíritu, así como también podemos decir que tiene un carácter débil, siendo esa también una cualidad del su espíritu.

Es decir, todas las cualidades humanas son cualidades que definen nuestro espíritu, pero a su vez estas cualidades pueden ser sobrevenidas y podemos tener por ejemplo un espíritu alterado en un momento dado, estando nerviosos, intranquilos o como ocurre últimamente tremendamente estresados.

Pasamos a definir lo que para mí es la otra palabra clave de una base sólida para el ser humano y es la palabra “fuerte”, esta simboliza la solidez, la invulnerabilidad, la permanencia, la resistencia, la templanza, la confianza en sí mismo, e incluso la constancia. También le podríamos añadir otros adjetivos aunque creo que los nombrados son suficientes para el objetivo de implantar sobre este concepto el resto de requisitos sobre los que asentar la medicina del hombre.

Como resumen de lo dicho hasta el momento, podemos decir que para que el hombre sea un ser sano, debe tender a tener un espíritu fuerte. Esta será la base espiritual sobre la que un cuerpo de base material puede permanecer en actividad sin ser alterado por los factores que hacen enfermar.

Sin embargo, nadie puede pensar en que alguien puede forjar un espíritu fuerte fuera de un cuerpo. Por tanto tendremos que decir que cuerpo y espíritu van unidos desde el nacimiento en el ser humano y que habrá cuerpos que ya nazcan con un espíritu fuerte, otros sin embargo tendrán que ir forjándolo en el camino para no caer enfermo. También ocurre que muchos deben  caer enfermos para forjarlo fuerte.

 Las enfermedades son, mirados desde este concepto, cesiones del espíritu a los fenómenos que nos ocurren en la vida y que nos pueden llevar a perder parte de nuestros principios de unidad, cediendo ante el factor alterante parte de nuestras cualidades espirituales.

Eso no quiere decir que el espíritu se pierda por el camino, sino que cede hasta cierto punto y ese punto es un lugar que el espíritu debe reconocer para reponerse y crecer o para debilitarse y morir.

Por supuesto hay seres que nacen con sus facultades, ya sean las materiales o las espirituales, muy debilitadas,  gracias a ello nos podemos dar cuenta de que es el ser el que nace debilitado manifestándose en el cuerpo.

 Puede ocurrir que un cuerpo debilitado tenga un ser fuerte en su interior, aquí ya tendríamos que acudir a otros conceptos como “karma”, para poder explicarnos fenómenos de este tipo según la teoría propuesta ya que no cuadrarían completamente en ella.

Una  segunda parte vendría a explicar que el ser, necesita del cuerpo para realizarse en su fortaleza, y cómo se debería vivir para que éste no se debilite y pueda ejecutar su realización en una vida o más.

De aquí sacaríamos también la conclusión de que el ser viene a realizarse a este mundo, por tanto no viene a estar sano, sino que esta es una condición para que pueda hacerlo sin demorarse demasiado.

Como conclusión, como base de todo ser vivo que quiera mantenerse sano, deberemos decir que lo primero es proveerse de un espíritu fuerte, ya que va a ser el que guíe al cuerpo en una senda estable y persistente de tendencias hacia la salud y la vida.