imagen de https://revistadepoesia.wordpress.com |
Aunque toda
traducción de Haikus acaban siendo infructuosa para mantener la belleza del mismo, por el
propio acto de la traducción, siempre me ha gustado la idea de intentar encontrar en pocas palabras la esencia de algo, una
visión, un pensamiento, una acción …
El haiku surge
del asombro del poeta por la observación de la naturaleza intentando expresar
un sentimiento breve y sincero.
Y aun sabiendo
que es un fin inalcanzable, es un fin loable, es comenzar y terminar la
visión de un hecho en si mismo, es percibir su esencia y dejarla cristalizada
en una breve imagen verbal.
Este fin y sin
necesidad de hacer un haiku, es perseguido por todos los poetas, pero es
quizás en Japón donde probablemente halla su sumum, sin embargo he de decir que
no he encontrado muchos, por no decir ninguno, que me guste, probablemente por
la distancia de nuestra mentalidad, de nuestra tradición y de nuestra
diferente manera de expresarnos a través de la poesía.
Como ejemplo pongo un famoso haiku de Matsuo Basho (1644-1694)
furu ike ya
kawazu tobikomu
mizu no oto
la vieja charca...
una rana ha saltado
¡plop!
kawazu tobikomu
mizu no oto
la vieja charca...
una rana ha saltado
¡plop!
A esto es a lo que me refiero con su dificultad para tradución en occidente. Dudo que pueda alguien observar la belleza que parece que debe encontrarse en Japón al leer el texto original.
Shiratsuyu ya
Mufunbetsunaru
okidokoro
Mufunbetsunaru
okidokoro
Blanco el
rocío,
y se posa sin juicio
en cualquier parte.
y se posa sin juicio
en cualquier parte.
Quizás en este
pueda entenderse mejor la esencia del haiku en cuanto a la imagen que
representa, aunque se nota la pérdida de belleza que ha dejado en su
traducción.
Si ya es
difícil hallar belleza poética en nuestro idioma, cuanto más difícil para un
occidental hallarla en la traducción japonesa!!.
Ahí va mi pequeño tributo al haiku, con apariencia de haiku, pero sin serlo,
ya que como he dicho para mi es difícilmente comprensible este arte, a pesar
de todo, aprecio el valor tanto del intento japonés, como de los
traductores, como el mío propio por alcanzar la esencia.
Surgen de tu
boca
hermosas
palabras,
Agua
cristalina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario