Páginas

viernes, 11 de agosto de 2017

Desde el Pirineo…..


Nunca una tierra debería permanecer sin ser amada, cantada, disfrutada, pues la tierra es la herencia de los hombres, y estos deben estarle agradecida.

El canto es el sonido del corazón, reza la filosofía oriental, y esta tierra, cruce de caminos y batallas, siempre en terreno de nadie, era incapaz de ser alabada. Esta tierra, que siempre se caracterizó por dar hombres de honor, pues la escasez hace que la verdad esté a flor de piel, sin embargo carecía de canciones de gesta. Aragón fue conquistado muchas veces en su historia, pero nunca fue cantada con otro instrumento que no fuera un arado o semejante, pues, siendo una tierra tan dura, nadie descansó en ella lo suficiente como para que más allá del trabajo, pudiera dedicarle algo más largo que una jota.

Lo de la Ronda es otra historia, ellos saben dónde se halla esta tierra, y lo saben pues siempre que cantan dan en el centro del corazón de los aragoneses

Recuerdo cuando era pequeño y hacíamos intercambios con los franceses que ellos siempre estaban cantando, tenían decenas de canciones, y todos se las sabían, nosotros apenas respondíamos con canciones como esa de  “una sardina...”, o alguna de estas para matar el aburrimiento del viaje. ¡Qué envidia me daban!

Cuantas veces pensé que esta tierra, a pesar de su gran historia, era un montón de gente desunida en una tierra de nadie. Por algún motivo, no dejaba expresarse juntos a los hombres, pues no había canciones que cantar.  Si, todos éramos de aquí, si, todos íbamos juntos, pero no nos unía un corazón como a los franceses al cantar. Por otra parte estábamos limitados por comunidades vecinas que se autoproclamaban distintas a todas horas, y luego estábamos los aragoneses, un grupo de gente desunida en una tierra intermedia, paradójicamente, con una increíble historia.

Como formas de canto populares, estaban las jotas, como forma de expresión aragonesa, y con todo el respeto, no era la mía, aunque alguna me gustaba.  Luego llegó Labordeta y otros, y empezaron a cambiar los tiempos, empezábamos a reconocernos en canciones, aunque en mi caso lo de polvo niebla viento y sol, me quedaba un poco lejos, visto desde el Pirineo.

Más tarde el grupo La Val D´Hecho, comenzó a hacer algo un poquito distinto y en Cheso, eso empezaba ya a llegarme un poquito más cerca, y algunas me las aprendí, como una nana preciosa, que se titula "Soniando", que me vino de perlas cuando mis hijos eran pequeños.

Pero un día estando en el campo de futbol de Biescas, oí una música que, con los altavoces a tope, sonando de manera atronadora, sin pedir permiso, entró hasta lo mas profundo de mis entrañas, e hizo que todo mi ser se estremeciera, era la Ronda, tocando (como no) "El país Perdido". Desde entonces supe lo que era ser Fan de algo o de alguien.

La Ronda nos ha dado música, letra, magia, dirección, futuro, capacidad de amar la tierra que habitamos, capacidad de comprender que lo más importante son las personas, capacidad de lucha, de resistir la tempestad en tiempos oscuros, capacidad de hacerse entender, con humildad, a cualquier sitio al que vas, capacidad de unir a los de aquí y a los de allá, capacidad de ser agradecidos, de pedir cambios en mil cuestiones, capacidad de disfrutar por disfrutar, y de juntarnos porque nos gusta la fiesta.

Lo de la Ronda, no ha sido un grupo de músicos irresponsables pidiendo que no haya pantanos, ha sido un conjunto de irrepetibles circunstancias, que la magia de las montañas quiso que se conjuraran, para que un grupo de amigos, sin quererlo, emprendieran un camino juntos con desconocidas consecuencias. Un grupo de excelentes músicos y personas, que, comprendiendo poco a poco lo que ellos estaban representando, han ido cosiendo los retazos de los corazones aragoneses, empezando por los que quedaron debajo del pantano,  porque cuando las personas marcharon , allí quedaron sus corazones, desde más hondo ya no se puede comenzar!!!

Así es la Ronda, un grupo de insurrectos del amor por la gente y por su tierra, que va sembrando magia y alegría en los corazones aragoneses.

DESPERTA FERRO!!!


Fdo: Un fan incondicional.

Eduardo




Lo de insurrectos (y puede que algo más), es un homenaje al periodista que dio la charla de la celebración de los 25 años. Un gran tipo, un gran discurso y además creo que tiene razón, lo son.

jueves, 6 de abril de 2017

Los Hijos de Odín


Somos los descendientes de un inconsciente colectivo que enfrenta dos mundos desde el principio de los tiempos, el del Fuego y el del Hielo.
Dos mundos que se manifiestan en las mil formas, y que deja un rastro escrito a lo largo de los siglos y los milenios de nuestra historia.

Somos los hijos de Odín y también los de Jesús. Los hijos de los espíritus del bosque y los del racionalismo intransigente. Somos madera y fuego, tronco y cielo, árbol y hormigón. Somos los hijos de la ciega justicia que es más firme cuanto menos ve. Somos los hijos de los que no sabiendo donde van siempre aciertan pues nunca pudimos desprendernos de la sabiduría.

Así como el fuego consume el tronco y todo lo quema sin detenerse a pensar que acabará muriendo, así somos, pues para renacer hay que morir y ese es el fin y el principio de nuestra esencia.
Pensamos un día que la razón era la luz, y esa luz ahora ilumina un mundo desolado.

 El fuego no está hecho para ser encerrado y cuando no escapa en las bombas lo hace en la mente, el fuego lo quema todo y nosotros somos fuego. 

Ya ha llegado el Ragnarok.